El Humor en la Fotografía Callejera: Una Mirada al Futuro, No una Burla al Presente
- Miguelitor
- 21 ene
- 3 Min. de lectura
La fotografía callejera siempre ha sido un género rodeado de debates: ¿es arte o es documental? ¿Es una invasión o es una forma de preservar la vida cotidiana? Pero hay un tema en particular que parece dividir opiniones más que cualquier otro: el uso del humor en este tipo de fotografía.

Algunos lo critican. Dicen que sacar una sonrisa con una fotografía callejera es una forma barata de captar atención. Otros lo consideran irrespetuoso, como si reírnos de las coincidencias, las ironías o los momentos absurdos de la vida cotidiana fuera una falta de respeto hacia los que aparecen en la imagen. Yo, sin embargo, tengo una visión diferente. Y no solo creo que el humor tiene un lugar importante en la fotografía callejera, sino que creo que es necesario.
No fotografío para mí, sino para el futuro
Cuando salgo a fotografiar, no estoy pensando solo en el presente. Mi cámara es una herramienta para capturar momentos que, con el tiempo, se convertirán en recuerdos, en huellas de un tiempo que ya no estará. No fotografío para burlarme de nadie, ni para trivializar la vida cotidiana. Al contrario, lo hago para preservarla.
El humor, para mí, no es una burla. Es una forma de captar la esencia de un momento y mostrarlo en toda su humanidad. Porque si algo nos une como seres humanos, son los pequeños absurdos que nos encontramos día a día: una coincidencia inesperada, un gesto que parece sacado de una película, un instante que, por su rareza, nos obliga a detenernos y mirar. Esos momentos, por pequeños que parezcan, tienen valor. Son parte de nuestra historia colectiva.
No fotografío a alguien en específico. No busco ridiculizar ni señalar. Lo que intento capturar es el momento, un instante que, en su fugacidad, guarda una belleza que merece ser preservada. Y si ese momento tiene humor, entonces mucho mejor.
Porque el humor no es enemigo de la profundidad; es una forma de conectar, de entendernos y de recordarnos que la vida, con todas sus imperfecciones, puede ser maravillosa.
El humor en la fotografía no trivializa, celebra
Muchos de los que critican el humor en la fotografía callejera parecen verlo como algo superficial. Como si una fotografía que provoca risa no pudiera ser también reflexiva o emotiva. Pero, ¿por qué tendría que ser una cosa o la otra? ¿Por qué no puede ser ambas?
El humor no trivializa la vida cotidiana. Al contrario, la celebra. Nos muestra que incluso en los momentos más simples, hay algo extraordinario. Que incluso en las situaciones más mundanas, hay algo que nos puede hacer sonreír. Y esa sonrisa no es algo trivial. Es una conexión. Es una forma de decir: "Yo también he visto algo así. Yo también soy parte de esto".
La fotografía callejera, al menos para mí, no se trata de grandes gestos ni de momentos épicos. Se trata de capturar lo que normalmente pasa desapercibido. Y el humor es una parte importante de eso. Porque la vida no es solo seria o trágica. También es absurda, impredecible y, a veces, ridículamente hermosa.
Fotografiar es opinar, no invadir
Sé que hay quien considera que la fotografía callejera es una invasión, que apuntar una cámara hacia alguien sin su permiso es un acto de intromisión. Pero para mí, fotografiar no es invadir. Es opinar. Cada vez que aprieto el obturador, estoy diciendo: "Esto importa. Esto merece ser visto. Esto merece ser recordado". Mi intención no es robar un momento, sino compartirlo, preservarlo y darle un nuevo significado.
La fotografía no es solo para el presente. Es para los que vengan después. Para que puedan mirar atrás y ver cómo era la vida, cómo éramos nosotros. Y el humor es parte de esa narrativa. Porque cuando alguien del futuro mire una fotografía que captura un momento gracioso, no solo verá la imagen. También verá algo de lo que éramos: nuestra humanidad, nuestras imperfecciones, nuestra capacidad de reírnos incluso en medio del caos.
Conclusión: El humor es necesario
La fotografía callejera no tiene que ser siempre solemne. No tiene que ser siempre seria. Puede ser divertida, absurda, irónica. Y eso no le quita valor. Al contrario, lo añade. Porque el humor no es una distracción, es una conexión. Es una forma de decir: "Mira esto. Mira lo extraño, lo bello, lo único de este momento".
Así que no, no creo que el humor sea un recurso barato. Creo que es una herramienta poderosa. Una forma de mostrar que la vida, con todas sus imperfecciones, merece ser celebrada. Y si algún día alguien mira una de mis fotografías y se ríe, entonces sabré que logré algo importante: capturar un momento que, aunque fugaz, pudo conectar con alguien. Y para mí, eso es más que suficiente.
Comments