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El misterio de las puertas tapiadas

¡Hola, fotógrafos!

Hoy quiero traeros una fotografía que, aunque parece muy sencilla, tiene mucho que contar. Es una imagen que encontré paseando por mi pueblo, Ciempozuelos, durante una de esas visitas que hago cada tanto. Como sabéis, vivo en Hong Kong, y aunque ya llevo años allí, siempre que vuelvo a España me encuentro con estas escenas que, a ojos de un "forastero", son un tanto peculiares.


Puertas tapiadas: ¿Qué nos sugieren?

En la fotografía podéis ver una puerta tapiada en el centro, con un edificio que claramente ha visto mejores días. Las paredes están desgastadas, las ventanas cerradas, el balcón medio abandonado… y justo delante, un paso de peatones nuevo, reluciente, como si el pasado y el presente estuvieran chocando en la misma escena.

A mí, personalmente, las puertas tapiadas siempre me han llamado la atención. Son como un símbolo de algo que fue y ya no es. Quizás esa puerta daba a una casa llena de vida, con risas, con historias… pero ahora está cerrada a cal y canto, inaccesible. Es como si escondiera un secreto, ¿no os parece?


Además, tiene ese aire de barrera simbólica: te invita a pensar qué habrá detrás, pero al mismo tiempo te dice que no puedes pasar. Es un contraste curioso, porque justo enfrente tienes el paso de peatones, que parece decirte: "¡Sigue adelante, cruza, avanza!" Pero, ¿avanzar hacia dónde, si la puerta está cerrada?


Un detalle curioso desde Hong Kong

Viviendo en Hong Kong, este tipo de escenas me resultan muy peculiares. Allí no ves puertas tapiadas. Las ciudades están en constante movimiento, los edificios viejos se reemplazan, se renuevan, y todo parece diseñado para avanzar, sin detenerse demasiado en el pasado.


Recuerdo que la última vez que vine a mi pueblo, también fotografié varias puertas tapiadas, y cuando mostré esas imágenes a mis estudiantes en Hong Kong… ¡fliparon! No podían creerlo. Me preguntaban: "¿Pero por qué hacen eso? ¿Por qué no arreglan la puerta o la abren?" Y claro, les expliqué que muchas veces en España, especialmente en pueblos pequeños, se hace para evitar "okupas". Es algo muy común aquí, pero para ellos era completamente extraño.


Esta diferencia cultural me hizo pensar en cómo la fotografía no solo capta lo visible, sino también las historias y contextos que hay detrás de cada imagen. Lo que para nosotros puede ser cotidiano, para otros es totalmente excepcional.


¿Qué más nos sugiere esta foto?

Volviendo a la fotografía, también me llama la atención el contraste entre el estado del edificio y el paso de peatones. ¿No os parece como si estuvieran en mundos distintos? El paso de peatones está perfectamente pintado, como nuevo, mientras que el edificio parece haber quedado atrapado en el tiempo. Es una especie de diálogo entre lo viejo y lo nuevo, entre el avance y el estancamiento.


¿Y qué hay de la puerta tapiada en sí? Para mí, simboliza muchas cosas:

  • El paso del tiempo: Algo que antes estaba abierto y lleno de vida, ahora está cerrado.

  • El misterio: ¿Qué habrá detrás? ¿Por qué se cerró?

  • La barrera: Nos recuerda que no siempre podemos acceder a todas las historias, que algunas cosas quedan fuera de nuestro alcance.


La fotografía como herramienta para explorar lo cotidiano

Lo que me gusta de escenas como esta es que, aunque parecen simples, pueden contarnos mucho. Una puerta tapiada no es solo eso: es una ventana (irónicamente cerrada) al pasado, a las historias que ya no están, a las vidas que se vivieron dentro de esas paredes.


Además, me recuerda que lo que fotografiamos puede ser interpretado de formas muy distintas dependiendo de quién lo mire. Mis estudiantes en Hong Kong vieron algo extraño, casi exótico. Yo veo algo cotidiano, pero cargado de significado. Y tú, ¿qué ves en esta foto? ¿Qué te sugiere?


Al final, creo que la magia de la fotografía está en eso: en encontrar historias incluso en las escenas más comunes. Una puerta tapiada, un edificio que envejece, un paso de peatones perfectamente pintado… Todo está ahí, esperando a que alguien lo mire con atención y lo transforme en algo más.

Así que te animo a que salgas con tu cámara y busques esos pequeños detalles que, aunque te parezcan normales, pueden contar grandes historias. Y si encuentras alguna puerta tapiada, ¡hazle una foto! Nunca sabes qué historias puede guardar detrás.

¿Y tú?¿Qué te sugiere esta fotografía? ¿Qué historias crees que podría contarnos esta puerta tapiada? Déjame tus reflexiones en los comentarios. ¡Me encantaría leerlas!

 
 
 

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