top of page

Suscríbete a nuestro boletín

¿Estamos Idealizando Demasiado la Fotografía Callejera del Pasado?

La fotografía callejera es un género que siempre ha estado rodeado de un aura casi mística. Los grandes clásicos como Henri Cartier-Bresson, Garry Winogrand o Vivian Maier son considerados los pilares del género, y sus nombres se mencionan con admiración y respeto en cualquier conversación sobre fotografía.

Pero aquí viene la pregunta incómoda:¿Es justo idealizar tanto su trabajo? ¿Realmente todo lo que hicieron fue tan perfecto como creemos?



No quiero que me malinterpretes. Admiro profundamente a estos fotógrafos. Pero creo que es hora de reflexionar sobre cómo valoramos el pasado, y si estamos dejando de lado la riqueza del presente por nuestra obsesión con la historia.


Los Clásicos También Fallaban

Cuando pensamos en los grandes maestros de la fotografía callejera, es fácil imaginar que todo lo que tocaban se convertía en oro. Pero la realidad es mucho más humana.

Por ejemplo, Garry Winogrand, conocido por su estilo caótico y su capacidad para capturar la esencia de la vida urbana, dejó más de 300,000 negativos sin revelar al momento de su muerte. ¿Crees que todas esas fotos eran geniales? Probablemente no. De hecho, muchas de sus imágenes conocidas son técnicamente imperfectas o carecen de un mensaje claro.




Incluso Henri Cartier-Bresson, con su famoso concepto del "momento decisivo", tiene fotos que, si las viéramos sin saber que son suyas, seguramente pasarían desapercibidas.


Y esto nos lleva a una verdad que solemos ignorar: los clásicos también fallaban. No todas sus salidas a fotografiar resultaban en imágenes memorables. Como cualquier fotógrafo, tenían días malos, rollos llenos de fotos mediocres, y momentos de frustración.


¿Por qué es importante reconocer esto? Porque humaniza su trabajo. Nos recuerda que no eran genios infalibles, sino personas dedicadas a su arte, con éxitos y errores, igual que nosotros.


¿Es el Pasado Mejor Solo Porque Es Pasado?

La idealización de los clásicos nos lleva a otro problema: la creencia de que todo lo que hicieron es mejor que lo que se hace hoy. Pero, seamos honestos: no todo lo antiguo es automáticamente bueno.


Muchos fotógrafos contemporáneos están creando trabajos igual o incluso más innovadores que los de los clásicos. Están explorando nuevos temas, utilizando herramientas modernas y conectando con audiencias de formas que antes eran imposibles.

Sin embargo, parece que seguimos midiendo todo lo que hacemos hoy con los estándares del pasado. ¿Por qué? ¿Es nostalgia? ¿Es miedo a reconocer que la fotografía, como todo arte, evoluciona?



El hecho de que los clásicos hayan sido pioneros no significa que sean el punto máximo del género. Fueron importantes en su tiempo, pero eso no significa que debamos detenernos ahí. La fotografía callejera es un lenguaje vivo, y tenemos que dejar espacio para nuevas voces y nuevas visiones.


Suerte, Talento y el Mito de la Perfección

Otro mito que quiero desmontar es el de la perfección. A menudo pensamos que los clásicos tenían una habilidad casi sobrenatural para capturar el momento perfecto. Pero la verdad es que muchos de sus mejores trabajos también dependieron de la suerte.


La fotografía callejera, por su propia naturaleza, es impredecible. No puedes planear lo que sucede en la calle. Puedes anticiparte, observar, estar preparado, pero al final, hay un componente de azar que no puedes controlar.

La diferencia entre una buena foto y una gran foto está en cómo el fotógrafo aprovecha esa suerte. Los clásicos lo sabían, y nosotros también deberíamos recordarlo. La suerte no es un defecto; es parte de la magia de la fotografía callejera.


¿Estamos Olvidando Valorar el Presente?

La obsesión por los clásicos también tiene otro problema: nos hace subestimar el presente.

Hoy en día, hay fotógrafos callejeros increíbles que están innovando, contando historias y experimentando con nuevas formas de ver el mundo. Sin embargo, muchas veces no les damos el reconocimiento que merecen porque seguimos comparándolos con los grandes nombres del pasado.


Es como si dijéramos: "Sí, es bueno, pero no es Cartier-Bresson."

Pero, ¿y si eso no es algo malo? ¿Y si lo que necesitamos no es otro Cartier-Bresson, sino una voz completamente nueva que nos ayude a ver la calle desde una perspectiva diferente?

La fotografía callejera no se trata de replicar lo que ya se hizo, sino de explorar lo que aún no se ha visto.


Conclusión: Aprender del Pasado, Pero Mirar Hacia el Futuro

No estoy diciendo que debamos ignorar a los clásicos. Su trabajo es fundamental para entender la historia de la fotografía callejera y para inspirarnos como fotógrafos.

Pero tampoco debemos idealizarlos al punto de olvidar que eran humanos, que no todo lo que hicieron fue perfecto, y que su tiempo ya pasó.

La fotografía callejera está viva. Evoluciona. Y nosotros, como fotógrafos, tenemos la responsabilidad de seguir avanzando, de crear nuestras propias historias y de aportar algo único al género.

Así que la próxima vez que salgas con tu cámara, recuerda: no necesitas ser un clásico para hacer una gran foto. Solo necesitas estar presente, observar, y estar listo para capturar la vida tal como es.


Preguntas para Reflexionar:

  • ¿Crees que idealizamos demasiado a los clásicos de la fotografía callejera?

  • ¿Es justo medir el trabajo actual con los estándares del pasado?

  • ¿Qué fotógrafos contemporáneos crees que están innovando en el género?


Déjame tus reflexiones en los comentarios. ¡Me encantaría saber qué piensas!


 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page